Prepárense
Las cartas de Pablo a los tesalonicenses son de sus
primeros escritos, y fueron motivadas por su creencia y la de
toda la primera comunidad cristiana de que el regreso de
Cristo era inminente, y por eso sería una tontería dar tiempo
o atención a otras cosas.
Con el pasar del tiempo, ese fervor comenzaba a
disminuir un poco. Hoy día, cuando escuchamos estas
lecturas sobre el fin del mundo, podemos preguntarnos si de
veras creemos que Cristo va a venir entre nosotros como
“un ladrón en la noche” (1 Tesalonicenses 5:2). Si la respuesta es “Sí”, ¿debemos, o no, dejar nuestra planificación a largo
plazo, deshacernos de nuestros calendarios y agendas, y
suspender los ahorros para la educación universitaria de
nuestros hijos? Seguro que no. Pero, lo que sí quiere decir es
que deberíamos cambiar nuestra vida y vivir como hijos de la
luz e iluminar el mundo a nuestro alrededor con la luz del
Evangelio. Entonces, en aquel día, cuando los detalles de
nuestra rutina diaria ya no importen, estaremos listos para
encontrar nuestra paz y seguridad en Cristo Jesús.